Siempre lo primero es conocer, nosotros a eso le llamamos proceso de inmersión.
Le decimos así porque se parece mucho a ponerte tu traje de baño, agarrar tus googles, subirte al trampolín y tirarte un clavado en una empresa.
Lo hacemos con diferentes técnicas; entrevistamos, observamos, analizamos y nos ponemos en el papel del usuario, todo para vivir la experiencia que ellos viven y con empatía, entender mejor lo que necesitan.
A veces parece algo obvio, pero tomarte el tiempo para hacerlo de manera atenta, hace toda la diferencia.
Recuerda que tus usuarios siempre, siempre, tienen el poder de sorprenderte.