En nuestro día a día estamos involucrados en proyectos que implican la creación de nuevas ideas, y por esta razón, hay personas que nos llaman creativos. No nos referimos así a nosotros mismos, primero porque creemos que todos somos creativos, tú también y segundo, porque sentimos que esa etiqueta nos aleja de cuestiones estratégicas o de negocio.
Creemos que la gente asume un poco que producimos por obra de inspiración divina, para los que creen eso les tenemos una buena y mala noticia. Las buenas ideas, las grandes, las sorprendentes, las ingeniosas, la útiles, se trabajan. Son más una cuestión de esfuerzo, error, insistencia, determinación, y búsqueda continua por la empatía. Las buenas ideas se transpiran.